Reflexión sobre cómo el paradigma de la racionalidad lineal cartesiana ha dado paso al paradigma de la hipertextualidad y cuales son los componentes de este nuevo paradigma.
¿Cómo, cuándo y por qué se pasa del paradigma lineal al paradigma hipertextual?
El ser humano necesita de cierta linealidad para ordenar un conjunto de ideas de forma que le sea inteligible, por ello respetamos una secuencia en la lectura y en la oralidad. Es en este punto donde el método científico cartesiano sentó bases y criterios para unificar dicho paradigma, necesario para entender y evolucionar de manera tal vez simple, pero rápidamente cognoscible.
El paradigma lineal gobernaba su tiempo, haciendo uso de esa simplicidad, desde los tiempos de la narrativa oral para ser transferido al texto.
Siempre me molestó la selección de obras de un determinado autor, me llevaba a preguntarme por qué no la obra completa de dicho autor, la crítica me orienta, pero no es el camino para fijar lo que es importante o no en el camino de la individualidad, y con la complejidad del mundo y sus relaciones externas, pasa lo mismo, necesitamos simplificar para comprender, de ahí la revolución cognitiva simplista de Newton o de Descartes, éste último, con su simplicidad y orden, distancia al sujeto pensante (res cogitans) de la realidad sobre la que piensa (res extensa) sentenciando su “cogito ergo sum”.
Actualmente, Bruner y Jové, como representantes seleccionados del cognitivismo cultural actual, defienden también esta simplicidad a través de la utilización y comprensión de los mapas conceptuales, necesarios para obtener la perspectiva conceptual de la vida, del mundo o de aquello que hemos de asimilar, sin ser explícitos en ello, distancian al sujeto para que tome conciencia y abstracción que le permita simplificar y entender el concepto, aunque sea de manera visual.
Creo que es erróneo afirmar que Descartes estaba errado al haber sentenciado “cogito ergo sum” (pienso, luego existo) tal y como afirma Antonio R. Damasio en su obra “El error de Descartes”[1], o incluso defender ese argumentativo a través de la semántica, como hace Ryle en su “Dogma del fantasma en la máquina”.
“La concepción cartesiana de lo mental es criticada por Ryle y no sin razones. En efecto, el filósofo británico vio que esta concepción deja inexplicada las relaciones entre la mente y el cuerpo.”[2]
Cierto es que el individuo necesita de paradigmas sobre los que apoyar su razonamiento, y que ante un nuevo paradigma se revoluciona nuestro entorno tal y como constataba Thomas Kuhn en su “Estructura de las revoluciones científicas”[3] en su apartado de “Cambios en la concepción del mundo”.
No podemos discutir que un paradigma sienta cátedra, pero sí que podemos constatar que un paradigma puede anular a otro paradigma, sobre el que ha tenido que apoyarse en la escala tiempo-espacio para superarlo, o para desacreditarlo, y dar paso así a esa nueva concepción de la que hablaba Kuhn, y si afirmo que podemos discutirlo es porque el hecho de falsearlo o afirmarlo, lo hace necesario para constatar ese nuevo paradigma.
Con dicho argumentativo no pretendo contradecir nuevos o viejos paradigmas, pero sí que pretendo centrar la atención en que podemos convivir con diversos paradigmas de la misma o distinta índole, incluso en el caso de que se contradigan, a pesar de ser conocedor de que dicha reflexión me tendría que llevar a una defensa temática más ejemplarizada, pero no es este el motivo de la discusión.
La revolución digital ha cambiado el paradigma y nos ha ofrecido un nuevo horizonte: ¿por qué me he de conformar con parte de la información cuando puedo obtener toda la información? Y con ello, concluir mis conceptos de manera más precisa. Entra en juego la cantidad versus la calidad. El big data[4] nos señala que el hecho de procesar toda, y no parte, de la información, mejora la calidad de los resultados y los hace más precisos.
La utilización de plataformas digitales en la nube nos permite utilizar infraestructuras externas que mejoran en eficacia y rapidez las preguntas que realizamos (querys) al utilizar procesamiento en paralelo, un claro ejemplo es https://cloud.google.com donde con una simple cuenta podemos usar el big data para predecir resultados, mediante la escalabilidad del sistema y del procesamiento en clusters[5] en paralelo, podemos interrogar al sistema sobre cual será la nueva tendencia de moda o sobre qué partido político será el más votado en un determinado nicho poblacional. De hecho, hasta podemos ignorar el nicho y ampliar el query a una interrogación global, y todo ello al alcance de cualquier usuario.
Con la utilización de estas herramientas y el cambio de paradigma entramos en una nueva complejidad, el individuo se plantea nuevos retos y abre nuevos planteamientos al más puro estilo Wachowski[6], pues ha comprendido que nuestra Matrix permite abandonar la linealidad y saltar los límites de espacio y tiempo. El tener una retroactividad y no depender de una linealidad hace que el hipertexto nos ofrezca una gran variedad de interpretaciones, hasta el punto de necesitar apoyarnos en técnicas, sistemas y plataformas que nos ayudan a analizar dichas interpretaciones, como la plataforma Watson Analytics[7] de IBM.
Evidentemente, todo este planteamiento y cambio sistémico tuvo un inicio, un punto de fisión que inició el cambio de paradigma donde el individuo saltaba de la linealidad a la hipertextualidad. Dicho punto de fisión se comienza a gestar en 1751 con la obra de Diderot y D’Alembert “L’Encyclopédie ou Dictionnarie raisonné des sciences, des arts et des métiers” ya que dichos autores pusieron el primer escalón para hacer realidad el hipertexto, globalizando y consensuando conceptos relacionados, en un intento de romper los límites de lo lineal. En cualquier caso, anterior a ellos y en un mismo intento nos encontramos con la obra de Ephraim Chambers “Cyclopaedia Británica” (1728), así concluiría que el inicio de la hipertextualidad es en el siglo XVIII, pero dejaría patente que el paradigma hipertextual no nace en un momento determinado, sino que transcurre entre una época de planteamiento lineal a modo conceptual, y ese transcurrir le lleva a evolucionar y a desatarse de los límites lineales. Se evidencia un claro paradigma hipertextual con el avance tecnológico y el paso a la revolución digital, siendo globalizado entre 1989 y 1992 cuando Tim Berners-Lee inventa el lenguaje HTML (Hypertext markup language) y consigue establecer la comunicación entre dos máquinas usando el protocolo[8] HTTP (Hypertext transfer protocol), lo que impulsó la internet de nuestros días.
¿Había una necesidad real para pasar de lo lineal a lo hipertextual? Sí, esa necesidad se nos plantea ante los nuevos avances tecnológicos, ante una rotura del pensamiento tradicional que abre nuevas perspectivas y dimensiones que cuestionan la tradicionalidad de la época. Los nuevos conceptos, como los planteados en el s. XIX, por Cantor, y más actualmente por Borges, bien definidos en “El Aleph y el infinito”[9] que ponen el infinito a modo de paraíso conceptualizado para los científicos o su paradoja sobre los conjuntos, donde abren la mente del ser humano, rompiendo limitaciones y planteando nuevas perspectivas que no pueden ser tratadas desde la linealidad porque el relativismo reclama su protagonismo.
2. ¿En qué consiste el paradigma hipertextual?
Entendiendo por paradigma, en este caso concreto, como el conjunto de ideas y conceptos consensuados por la comunidad científica del ámbito de textos hipertextuales, pero ante la dificultad de una definición exacta de la palabra “hipertextual”, he de fundamentar dicha definición:
Se dice que un documento hipertextual no tiene principio ni final, símil del concepto de infinito mencionado anteriormente, y que su principio fundamental es la retroactividad, lo que le dota de nuevos conceptos y lo hace moldeable al pensamiento, variando dimensionalmente. En la hipermedia e hipertexto podemos hacer una lectura no secuencial del documento y sus ventajas son variadas, desde el acceso aleatorio, a la interactividad o el aumento de la creatividad, ya que en ciertos documentos hasta la imagen pasa a quitarle el protagonismo al texto.
Si se buscaba un libro que aglomerase toda la sabiduría de la humanidad, lo que J. Campás conceptualiza metafóricamente como el Xanadú[10], en el apartado del creador del neologismo “hipertexto” Theodor Nelson, que ahora es posible gracias al ciberespacio que puede alojar y dar forma al nuevo paradigma hipertextual, no necesita de una ubicación exacta, puede ser deslocalizado a la vez que global, y romper la linealidad a la vez que dota de sentido al texto, pero de un sentido individualizado y adaptado al lector, lo que era imposible o limitado ante su predecesor, el libro físico, y a pesar de que toda interpretación sea histórica tal y como afirmaba Gadamer[11].
No todo son ventajas, la capacidad de abstracción para hacer entendible el nuevo sistema, lo hace más complejo, y su escapada de la linealidad rompe el espacio-tiempo conceptual, lo que nos imposibilita un conocimiento exacto, y con ello no descubro nada nuevo, Heisenberg con su principio de incertidumbre ya establecía la imposibilidad de conocer con precisión arbitraria determinadas magnitudes observables, y es que es el propio paradigma hipertextual el que siembra la semilla de la duda en toda fuente de conocimiento al introducir la relatividad o la imposibilidad del conocimiento absoluta por parte de la mente humana limitada e influenciable. Si algo nos deja claro Heisenberg es que el observador altera el entorno[12]. Y no solo eso, sino que el hipertexto se llega a poner en duda a sí mismo al permitir lecturas que integran la relatividad, la perspectiva y la evolución del observador.
El hipertexto no deja de ser una tecnología de la información, pero podemos plantearnos que su capacidad de emular la organización asociativa de la memoria humana puede llegar a ser superada, en la actualidad, por una tecnología, que asume el test de Turing como reto fácilmente superable.
BIBLIOGRAFÍA
CAMPÀS MONTANER, Joan. El llibre com a problema. Mòdul 1. UOC. 2019.
CAMPÀS MONTANER, Joan. Aprender a leer y escribir en la galaxia de Internet. UOC. 2019.
DAMASIO, Antonio R. “El error de Descartes”. Barcelona. Crítica. (Col. Drakontos bolsillo, 2). 1ª impr. 344 págs. 2006.
KUHN, Thomas. “La estructura de las revoluciones científicas”. Capítulo X. págs. 176-210.
Libro.
FRANCO, Gustavo; OCHOVIET, Cristina. “Dos concepciones acerca del infinito. El infinito actual y el infinito potencial”. Instituto de Profesores Artigas. Uruguay
WEBGRAFÍA
https://filosofia.laguia2000.com/mistica/metafisica/el-fantasma-en-la-maquina Publicado por Esteban Galisteo Gámez. 13/06/2013.
https://psicologiaymente.com/miscelanea/principio-incertidumbre-heisenberg Publicado por Oscar Castillejo. Consulta 21/03/19
[1] DAMASIO, Antonio R. “El error de Descartes”. Barcelona. Crítica. (Col. Drakontos bolsillo, 2). 1ª impr. 344 págs. 2006.
[2] https://filosofia.laguia2000.com/mistica/metafisica/el-fantasma-en-la-maquina Publicado por Esteban Galisteo Gámez. 13/06/2013.
[3] KUHN, Thomas. “La estructura de las revoluciones científicas”. Capítulo X. págs. 176-210.
[4] ¿Qué es el Big Data? https://www.powerdata.es/big-data (Consulta 19/03/19)
[5] El término clúster se aplica a los conjuntos o conglomerados de ordenadores unidos entre sí normalmente por una red de alta velocidad y que se comportan como si fuesen una única computadora. (Definición Wikipedia)
[6] Lana y Lilly Wachowski. Matrix. Trilogía cinematográfica de ficción (1999) que transgrede y yuxtapone la realidad humana versus realidad virtual, legando a dudar de la misma realidad.
[7] https://www.ibm.com/watson-analytics (Plataforma IBM de análisis de datos estadísticos de acceso personal y empresarial)
[8] N. del A.: Protocolo es el lenguaje que hablan dos máquinas para entenderse entre ellas.
[9] Gustavo Franco, Cristina Ochoviet. DOS CONCEPCIONES ACERCA DEL INFINITO. EL INFINITO ACTUAL Y EL INFINITO POTENCIAL. Instituto de Profesores Artigas. Uruguay
[10] CAMPÀS MONTANER, Joan. Aprender a leer y escribir en la galaxia de Internet. Apartado 2.3. Theodor Nelson. UOC. 2019. Libro y apuntes manuscritos.
[11] https://es.wikipedia.org/wiki/Hans-Georg_Gadamer Consulta realizada el 24/03/19
[12] https://psicologiaymente.com/miscelanea/principio-incertidumbre-heisenberg Oscar Castillejo. Consulta 21/03/19